Anteriormente, los críticos y fans se quejaron del universo cinematográfico de DC/Warner al tener historias demasiado oscuras, enrevesadas, complejas y filosóficas que solo los verdaderos fans de cómics podrían dilucidar. Eso alejo un poco a los cinéfilos no iniciados, pero satisficieron a la mayoría de los fans. Pero ya sabemos que lo que manda en los negocios es el money, así que Warner, dando tumbos y cambiando guiones, directores y recortando escenas, intentando hacer más light sus cintas como Suicide Squad, que resulto un producto errático y malo en muchos términos y solo con unas películas más de “autor” por así decirlo, como Wonder Woman, sacaron a flote los live action de DC.
Y ahora tenemos a Aquaman , el cual desde Justice League venia mojando bragas y poniendo la parte cutre, cabrona y guarra que tan natural se le da al enorme Jason Momoa, el cual posee un carisma que le ha ganado miles de fans (principalmente femeninas) y logrando darle dignidad al Rey de los Mares, que desde la época de los Superamigos ha sido objeto de burlas y parodias, ahora parte de la cultura popular, mientras los lectores de cómics sabían la grandeza de este personaje, que por fin logro una adaptación en carnita y huesitos.
De la película en si podrías hablarles horas y escribir cuartilla tras cuartilla, pero como no les quiero spoilear la historia y sé que a ustedes les da tanta flojera leer como a mi escribir; trataré de darles un critica rápida y concisa.
En primer lugar, la trama sigue de forma sumamente cercana la verdadera historia del buen Aquaman. El humilde y solitario guardián de un faro, Thomas Curry (Temuera Morrison) recoge una noche tormentosa a una suculenta mujer rubia en traje entallado, herida e inconsciente. Esta es nada menos que la reina Atlanna (la MILF Nicole Kidman, mejorada hasta lo absurdo mediante CGI, pero bueno… de cuerpo sigue estando buena). Como siempre sucede, se enamora, follan y tienen un crio mestizo, humano y atlante, lo cual será un punto de conflicto en la trama. El niño crece y poco a poco se da cuenta de que no es un ser normal, mientras un amigo de su alejada madre (Willem Dafoe) lo entrena para enfrentar a su destino. Y hasta ahí les voy a contar.
La película tiene un gran ritmo, que nunca llega a lo frenético, pero tampoco hace que te distraigas. La trama es, como mencione antes, 100% cómics, de esas que siempre se agradecen: Aventuras, secretos a descubrir, tesoros para buscar, peleas épicas, acción hasta por el culo, mostros marinos, hembras deliciosas en trajes entallados, enemigos culeros y un héroe que en realidad no quieres serlo con una misión que cumplir. Simple pero nunca simplón, directo y duro, sin muchos aspavientos, con los conflictos emocionales manejados con mesura y dejando en claro cada una de las motivaciones de los personajes. Algo así se agradece, pues es como ver El Trono de Atlantis (historia en la que se basa la cinta) en live action, es el poder contemplar una historia clásica de Aquaman saltar del papel a la pantalla.
Las actuaciones son buenas, en su mayoría sólidas. Jason Momoa se luce como Aquaman, notándose que se encuentra comodísimo en ese papel, dándole mucho de su propia personalidad. Amber Heard se ratifica en su nivel de diosa gracias a su papel como Mera, la brava y voluntariosa princesa atlante que ayuda al héroe en su búsqueda de la paz, robando las miradas gracias a su sublime belleza y enorme sensualidad (¡ese traje entallado, por Neptuno!) llenado facilmente la pantalla.
Los demás, como Nicole Kidman como la reina exiliada, Willem Dafoe como el mentor Nuidis Vulko,, Dolph Lundgren como el imponente Rey Nereus hacen muy bien su trabajo y Patrick Wilson, el déspota y violento Orm Marius, aspirante al trono de Atlantida logra encarnar a un villano con ínfulas de dictador que es una verdadera amenaza y total bastardo.
Los efectos son bastante buenos, creando una Atlántida verdaderamente hermosa y un fondo del mar tan bello como aterrador; aunque, como ya es costumbre, muchas veces el CGI es demasiado evidente, un verdadero mal que ya es “normal” es las películas actuales. La música es buena, muy puntual y acompaña bien las escenas, tanto tranquilas como de combate. Las secuencias de acción son espectaculares y bien filmadas, el director James Wan sabe realizar escenas cinéticas y épicas que te dejan sin aliento. Y como colofón, los trajes de todos los personajes son grandiosos, más cuando aparece el del Aquaman clásico.
Claro que no es una película perfecta, pues ningún lo es (a menos que sean de Marvel/Disney, esas son obras maestras sin ninguna falla, según los críticos) y a muchos les puede parecer algo apresurada su trama o las motivaciones de los personajes muy trilladas o serán lo que encuentran ilógico que se pueda hablar bajo el mar. Pero debemos recordar que los personajes e historia son extraídos de una historieta, es decir, de un universo de fantasía, así que no hay que encontrarle mucha lógica a los hechos, aunque si es algo chocante el que se charle bajo el agua, supongo que es una licencia argumental para agilizar la trama. ¡Ah! y como en toda película gringa, tooodos los personajes hablan inglés.
En resumen, esta es una gran película de DC, que deja en claro que si Warner no mete sus sucios dedos a la dirección ni recorta escenas a lo pendejo; dándole libertad creativa a su director, como en su momento ocurrió con Wonder Woman y su directora Patty Jenkins.
La recomiendo ampliamente a los fans de los cómics y al público general, de aquel que gusta las historias llenas de acción, mujeres poderosas y héroes duros amantes del alcohol.