martes, 20 de mayo de 2014

GRAVE ENCOUNTERS

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Grave Encounters, llamado en Latinoamérica: Fenómenos Siniestros, es una película estadounidense-canadiense, lanzada en el 2011  de horror sobrenatural, que navega entre los subgéneros Found Footage y Mockumentary, la cual alcanzo muy poco éxito en su inicio, pero, con el paso del tiempo, ha sido revalorada y alcanzado una especie de “estatus de culto lado b”
Perpetrada por los llamados The Vicious Brothers (que no han hecho nada más) y rodada por un puñado de actores noveles, obtuvo críticas favorables en el Festival de Cine de Tribeca  durante su estreno el 1 de junio y lanzada después para algún cine y en DVD.

La cinta tuvo un presupuesto de US$2 000 000 y logro recaudar unos humildes US$5 408 334.

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  HISTORIA

Todo empieza con el productor Jerry Hartfield, especialista en reality shows, el cual nos cuenta de un proyecto llamado Grave Encounters (que se podría traducir como encuentros de ultratumba) un pionero en los ya clásicos programas donde “especialistas” van a lugares donde supuestamente existen fenómenos paranormales a grabar lo que sea. El problema es que el programa solo consta de cinco capítulos plenamente realizados pero que nunca vieron la luz, más un sexto… del cual se tienen más de 72 hora de filmación, parte de las cuales, veremos en la película.
El productor en cuestion
 El programa, aunque llevo grabado seis episodios, nunca salio al aire

El equipo, liderado por Lance Preston (un tipo bastante histriónico y con hambre de fama y reconocimiento) y con la linda Sasha Parker (supuesta especialista en fenómenos paranormales)  T. C. Gibson (un camarógrafo con aires gansta) Matt White (el jala cables y aprieta botones) y Houston Gray (actor que escenifica a un médium charlatán) van con sus huesos al siniestro y abandonado Hospital Psiquiátrico Collingwood, uno de los lugares más embrujados del mundo, donde pasaran toda una noche explorándolo y tratando de saber si hay o no fantasmas residiendo ahí, obvio, grabándolo todo, durante las llamadas “Horas Muertas” (que se supone es el tiempo que transcurre entre la media noche y las cuatro de la mañana, lapso en el que las energías psíquicas, fantasmales y demoniacas se manifiestan con mayor fuerza)  y de ahí, a ver si saltan a la fama.

Palabras profeticas
 
 
Empiezan con las ya típicas y aburrida entrevistas, primero a un historiador, el cual revela que el hospital era en realidad un infierno en tierra, donde la gente solía abandonar a los enfermos mentales a partir del siglo XIX, cuando no se sabía mucho del tema; en la que eran maltratados de todas las forma imaginables, padeciendo hambre, frio y enfermedades. Pero lo peor fue cuando llego el nuevo director, el Dr. Arthur Friedkin, el cual se entretenía haciendo brutales y siniestros experimentos humanos con los internos, haciendo múltiples lobotomías ilegales, acabando siendo asesinado por los mismos internos.

Así es como, desde 1963, cuando el hospital fue cerrado, se han reportado innumerables fenómenos paranormales dentro del lugar.
Después conocen al vigilante del lugar, Kenny, el cual les relata varias rarezas que le han ocurrido en el sitio, mostrándoles algunas curiosidades, como la tina donde una adolescente se suicidó cortándose las venas o los túneles subterráneos, cuya longitud es de más de un laberintico kilómetro.
Un interno grabo mensajes como este en toda la celda

El equipo hace una jugada a todas luces riesgosa: Pide a Kenny que cierra la puerta por fuera y la abra a las seis de la mañana del día siguiente, quedando así atrapados dentro el inmueble. Cabe decir que es una pésima idea.
¡Si claro!.... a las seis...
 
Posando bien vergas, sin saber lo mal que la pasaran
 

Todo transcurre con cierta normalidad. El lugar es tenebroso y nuestros amigos se la pasan asustando solos. Empero, al camarógrafo le cierran una pesada puerta de golpe y mientras Sasha trata de grabar una psicofonía, algo juguetea con su cabello.
Ya todos asustados, mandan al técnico Matt a recoger el equipo, pero algo pasa y desaparece.
Algo acaricia el cabello a la femina del grupo. Despues veremos que es a la que mas ganas le traen los espirifasmas... y no los culpo...


De ahí en adelante, todo va de mal en peor. Los fenómenos se multiplican; hay ruidos macabros, una camilla se vuelca de forma violenta, la cámara fotográfica capta espíritus y una extraña silla de ruedas se hace presente en todas partes.

El equipo está atrapado. La comida que llevaban se encuentra putrefacta y llena de gusanos, no hay señal ni en radio ni celulares. La puerta no se abrirá hasta el amanecer, pero el día nunca llega; por más horas y días que pasen, la oscuridad nunca acaba. Y nadie llega en su ayuda.
La botana que llevaban se ve arruinada

Nuestros héroes están desesperados, logran abrir la puerta pero… esta, en vez de conducirlos al exterior, va paso a otro interminable pasillo. Las ventanas están tapiadas y cuando logran encontrar otras salidas, están llevan, de forma irracional e inexplicable, a otras alas del manicomio. Incluso, cuando tratan de llegar al techo, la escalera que llevaba hacia el está bloqueada por un muro que antes no estaba ahí. Simplemente, el edificio está vivo, los quiere dentro y modifica su estructura para evitar su escape.
La puerta principal da a otro pasillo interminable sin explicaciobn logica

Horas y días pasan, el amanecer no esta a la vista, no hay salida y la locura y paranoia hacen estragos en el grupo. Después de un rato de descanso, la chica del grupo despierta con unos arañazos en la espalda que dicen “Hola”
Los demonios son educados y saludan en su muy peculiar forma

Horribles apariciones lo persiguen, gritos y gemidos torturan a los personajes. Después de otras horas de sueño, aparecen con unos brazaletes con sus nombres ¡Exactamente iguales a los que usaban los internos! Ahora pertenecen a Collingwood y no hay escapatoria.
Houston es atacado por una fuerza invisible. Encuentran a Matt vestido con una bata de interno, completamente loco. Al parecer ha sido lobotomizado y la única explicación que les da es que saldrán de ahí cuando se encuentren ¿sanos?
Este imbecil ya perdio todos los tornillos y solo sera un lastre


TC desaparece en la tina ensangrentada de la suicida. Matt se lanza desde el hueco de un ascensor. Sasha y Lance, con la mente tambaleándose,  logran llegar a los túneles, con ala frágil esperanza de lograr escapar. Pero caminan durante un día entero en línea recta en un pasillo interminable. Durante el sueño, una niebla espectral los envuelve y abduce a Sasha.
Despues de varios dias perdido en una pesadilla, se pierde todo el glamour


El buen Lance, ya enloquecido, desiste de caminar, pues sabe que nunca encontrar el final de esa pesadilla. Sobrevive cazando y devorando ratas y filmando su testamento, su muerte.
De repente, un puerta aparece, dentro, está el laboratorio oculto donde el mad doctor hacia sus experimentos. Pero, además del instrumental quirúrgico, Lance se topa con signos cabalísticos, velas, crucifijos y un libro en idioma ignoto. Algo raro sucedió en este hospital y está listo para hacerlo su víctima.
¿Que carajos paso aqui?

 
La historia en imagenes:



CRITICA

Al poner en mi aparato reproductor (de dvd’s ¡malpensados!) no tenía muchas esperanzas en esta cinta, a la que de forma prejuiciosa arroje al montón de mockumentales que tanto se pusieron de moda desde el boom de Actividad Paranormal. Huelga decir que me lleve una grata sorpresa.

Esta film, bastante humilde, logra lo que muchas producciones de alto coste lo hace: lograr tensión. Y lo logra de forma harto sencilla. Pones una casona abandonada, un puñado de mequetrefes, un buen ambiente, una historia como guía y… ¡Cataplum! Si las cosas se hacen cosa ganas, se obtienen resultados.

El inicio, aunque no es nada original, es bueno, dando la impresión de ser un documental real. Desde el productor que nos da datos sobre el fallido proyecto, hasta las escenas “entre escenas” donde podemos ver las pendejadas que el cast comete; hasta las entrevistas de rigor a “especialistas” e incluso a un par de jovenzuelos que vieron a un fantasma; da un aire de veracidad al producto.

Sobresale el oportunismo y visión comercial de los involucrados. Ninguno cree en lo paranormal y solo trabajan en ello por el dinero. Incluso podemos ver cómo le pagan a un jardinero mexicano que encuentran por ahí para que declare ver a un espíritu (el tipo se ve bastante cagado, con cara de palo y recitando en ingles mocho “si, yo vi a un espíritu, me achute mucho” de forma robótica y más falso que las tetas de Sabrina) incluso el supuesto Medium que llaman como estrella invitada, es solo un actor que actúa su panel de forma histriónica y exagerada.

Al verse inmerso en un evento sobrenatural en demasía agresivo, la entereza del grupo se desmorona más rápido que tarde. Solo la ambición de Lance los hace continuar, pagando muy caro el retar a los espíritus.

Algo que realmente levanta la cinta son las actuaciones, que, lejos del típico amateur que se dedica a hacer caras y recitar sus diálogos, los actores se esforzaron y entregaron un trabajo digno. Sienten sus personajes, viven sus acciones y logran (lo que pasa muy rara vez en el mundo del cine de horror no comercial) crear una empatía en el espectador. Yo, como espectador, al principio no le puse mucha importancia a los personajes, pero, de repente, me vi preocupado por su suerte, sufriendo sus desventuras y (hasta risible es, pero llega a pasar si te adentras a la historia) deseando que se salvaran, aun cuando sabía que todos tenían que morir.

Me agrado que los realizadores se preocuparan en crear sujetos tridimensionales, vivos y “reales” y no los monigotes que solo sirven para aumentar el conteo de muertos. Cada personaje tiene una personalidad bien definida aun con las limitantes de la historia.

Sean Rogerson que interpreta a Lance Preston, lleva muy bien su caracterización como un líder orgulloso, ególatra, seguro de sí mismo y con hambre de fama. Seremos testigos como esa seguridad se desvanece ante el peso de los acontecimientos, donde todo escapa de su control, sufriendo una dolorosa degradación tanto física como mental, llevándolo a un lastimoso estado de locura que llega a doler, y más al conocer el tipo de hombre que era antes. Verlo devorando con desesperación una rata nos invade de un sentimiento de pena, al saber que la persona que fue, fue destruida en espíritu mente.


La hermosa y sexy Ashleigh Gryzko se mete en la piel de Sasha Parker, la fémina del grupo. Su personaje es al principio la más sensata pero también la más débil y para colmo, la más acosada de todos. Ella es una chica normal que se ve sobrepasada de forma brutal por una realidad más allá de sus pesadillas, convirtiéndose en una niña asustada y totalmente quebrantada. Literalmente quiere sentarse a esperar la muerte y su sufrimiento traspasa la pantalla, provocándonos lastima por ella y sintiéndonos mal, por ejemplo, cuando los demonios le rasgan la espalda.


Merwin Mondesir es T. C. Gibson, papel que lleva con buenos resultados, al interpretar a un iracundo camarógrafo, que, como negro que es, no para de hablar mediante groserías. De todos, es el que menos miedo tiene o por lo menos lo enfrenta con furia, la cual no lo salva de un trágico final, dejando atrás a una esposa y una hija.


Mackenzie Gray nos trae a Houston Gray, el actor que imposta a un psíquico. Aun cuando su papel es serio, nos trae algo de humor negro, pues, a pesar de su caradura, es el más cobarde e inútil de todos ¡Verlo como se muere de miedo es franca e insanamente divertido! Este desconocido actor crea un personaje que crea una vergonzosa simpatía. Casi te duele ver como lo joden los espíritus.

Juan Riedinger es Matt White, el técnico, que mas bien sirvió de lastre y es le primero en desaparecer. Su presencia pasa casi desapercibida y aunque su búsqueda es parte importante de la trama, no dice mucho. Tampoco es creíble su actuación de loco (se la pasa haciendo caras y riéndose estúpidamente) y aunque su muerte es escalofriante, francamente te da igual.

En fin, (casi) todos los actores, aunque no sean los grandes capos (son unos verdaderos desconocido, pero la verdad, prometen, por lo menos los dos principales) llevan dignamente su papel, se nota que se esforzaron y no se limitaron a cobrar el cheque. Mucho de ello se debe a la dirección, of course.


La ambientación está bastante correcta. Aunque solamente llegaron a una mansión abandonada, tendiendo ya todo el escenario a la mano, lo aprovecharon bien. Los cuartos, aunque se ven sospechosamente limpios, dan esa sensación de miseria y soledad, La oscuridad es parte importante, pues si el edificio ya es de por si tenebre, al apagarse las luces los personajes quedan prácticamente ciegos. El hecho de que la iluminación está basada en las lámparas que portan o las luces de las cámaras, aumentan la sensación de claustrofobia.

Claustrofobia: Esa es la palabra clave de la cinta. Esta tiene un ambiente asfixiante y opresivo, creando una sensación de aislamiento y desesperación. El hospital se convierte en una prisión aterradora que no los deja salir y ese sentimiento se contagia al espectador.

De hecho, el manicomio se transforma en un personaje más. La historia y ambiente esta trabajada para hacer sentir que el edificio está vivo, que respira, que te observa; paredes y puertas, pasillos y ventanas se modifican con la voluntad de este ente maligno, que goza de hacer sufrir a sus víctimas y llevarlas a la desesperación que acaba en la locura. Todo el tiempo parece respirar, murmurar y las cámaras disgregadas por los pasillos dan la impresión de ser ojos que los vigilan. Espeluznante.

Pero no todo es bonito; las supuestas apariciones dan al traste con el ritmo de la historia. La manía tan gringa de usar efectos computarizados se nota de forma mediocre aquí, con fantasmas que alargan la boca de forma caricaturesca y muy irreal que no impresionan nada y menos dan miedo. A mi gusto, están de sobra.
La historia se llevaría mucho mejor si las “manifestaciones” hubieran sido más discretas y no intentaran ser shockeantes (parecen los típicos screamers de youtube) pues ya con simples ruidos y los pasillos cambiante el horror se sentía con fuerza.
También el final no me dejo tan satisfecho,  me recuerda demasiado a la española REC. aunque no voy a decir nada más para no arruinar la sorpresa


En resumen y para terminar, Grace Encounters es una cinta sencilla, de pocas pretensiones y hecho con poco dinero, para ganar poco dinero; pero que es fue una grata sorpresa para los amantes del cine de terror. Yo Lord Tiranetas, las recomiendo ampliamente con las siguientes recomendaciones: Véanla solos, en la noche, en un cuarto oscuro y cerrado. Hay películas que deben verse en campaña de los amigos para cotorrear, pero hay otras que para sentir plenamente la experiencia que nos pueden traer, hay que verlas en la más absoluta intimidad. Grave Encounters es de estas últimas.


1 comentario:

  1. Muy bien, Milord, ya se que voy a hacer la madrugada de este fin de semana n_n

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