Dirigida y escrita por: Éric Falardeau
Protagonistas: Kayden Rose, Émile Beaudry, Eryka Cantieri, Roch-Denis Gagnon
Cinematografía: Benoît Lemire
Edicion: Benoît Lemire
Produccion: Black Flag Pictures, ThanatoFilms
Distribucuin: Bounty Films
Lanzamiento: 2 de Octubre del 2012
Duracion: 100 minutos
Pais: Canada
Lenguaje: Ingles
RESEÑA
Laura, una hermosa y joven mujer que se dedica a la escultura, tiene una relación difícil con su indiferente y abusivo novio, el cual solo la busca para follar, al igual que un amigo suyo que finge amarla por un mero interés sexual. Laura se sumerge en una apática depresión que la bloquea mentalmente, abandonando su arte y su vida social. Un día, su cuerpo amanece con unos moretones de origen incierto. Poco a poco, esos hematomas se expanden por su bello cuerpo, convirtiéndose en heridas supurantes. Algo raro pasa en el cuerpo de Laura, la cual refugia su insatisfacción sexual en la masturbación, mientras experimenta horrendas pesadillas relacionadas con la muerte. Poco a poco, día tras día, la piel, la carne de la joven va sufriendo una metamorfosis aterradora: La lenta y grotesca putrefacción de un cuerpo humano. Laura está atrapada dentro de su propio cuerpo, abandonada por aquellos que decían apreciarla y cayendo lentamente en la locura, paralelamente a la corrupción de su anatomía; hasta vivir un auténtico infierno que se torna infinito dentro de la intimidad de su departamento.
CRITICA
Thanatomorphose, cinta canadiense que vio la luz en el 2012 creada por Éric Falardeau es, para mí, una de las cintas más duras, oscuras y difíciles de visualizar que he conocido; uno de los ejercicios cinematográficos experimentales más inquietantes en lo que va de este siglo y que, por supuesto, va más allá de los visual y del gore.
El termino tanatomorfosis ser refiere a la descomposición natural de los cuerpos muertos, a la degradación inexorable, pero repulsiva, por la cual todos los seres vivos hemos de pasar y que es especialmente asquerosa en los humanos, claro, a menos que te cremen. Y esta degradación en esta cinta se nos muestra no solo a nivel carnal, si no mental, espiritual y moral.
El personaje de Laura es uno cansado, hastiado de la vida. Esta se reduce a un pequeño departamento, donde de vez en cuando recibe la visita de su machista pareja que solo la busca para satisfacerse sexualmente; satisfacción que Laura no conoce y que solo logra mediante la solitaria masturbación. Igualmente, trata de crear algo, una obra de arte, pero su imaginación no da para más y sus manos se ven impotentes de darle forma y vida a la arcilla. Esto le causa una gran frustración, que se suma a las ya acumuladas.
Cuando su cuerpo empieza a dar los primeros síntomas de putrefacción, a Laura parece tenerle sin cuidado. Ni siquiera acude a un médico para ver qué es lo que le pasa. Su propia apatía, su desencanto y nulo interés por la vida, de carácter suicida, la hace aceptar su extraña y aterradora condición con frialdad, casi indiferencia. Casi tan espeluznante como su corrupción física es la condición mental con la que la acepta. Su vida ya era mala, solo se tornó un poco peor, es lo que parece decir y no puede ¿y no quiere? hacer nada para evitarlo.
Laura ve como su carne se va ennegreciendo y cubriéndose de gusanos, al principio enfureciéndose ante tal hecho, después adaptándose a él. De forma rutinaria y con gesto aburrido, sus días los pasa quitándose los bichos que la van devorando y guardando y catalogando los pedazos de cuerpo que va perdiendo poco a poco. Todo con una aptitud que nos deja helados y que nos hace sentir con toda dureza lo poco que significa y el escaso valor que la propia Laura le da a su salud y vida.
La película es lenta, contemplativa, con escasos diálogos. Se desliza como una especie de documental del día a día de nuestra infortunada heroína. Primero vemos su rutina normal, gris y desganada. Vemos la pésima forma en que la trata su odioso novio; la forma en que la acosa su dizque amigo, sus frustraciones y fracasos de todo tipo; desde los artísticos y personales hasta los eroticos.
El manejo de cámaras me parece soberbio. Abundan close ups bastante incómodos e invasivos y los planos fijos. Más que ver una película, el director nos da la sensación de ser unos voyeristas insanos, forzados a contemplasry experimentar la brutal degradación en todos los sentidos de Laura.
La carne es un concepto importantísimo en Thanotomorphose. Laura es una mujer de enorme belleza, la cual podemos mirar (de forma, como ya dije, que nos hace sentir incomodos, intrusos no deseados) al pasear desnuda la mayor parte del tiempo. Su blanca y tersa piel está adornada con algunos tatuajes que sirven como contrapunto a la pureza de su epidermis. Ver como ese esplendor y frescura se va convirtiendo en una amasijo insalubre y repulsivo es doloroso de ver. Laura se siente y se sabe cómo un pedazo de carne, un objeto de disfrute tanto para su novio como para su amigo; cosa que deja en claro un horrendo sueño en el que ve como un forense la corta en pedazos para alimentarlos, como si perros salvajes se trataran.
Una ovación de pie para la actriz y modelo Kayden Rose (1989, USA) que acepto valientemente este duro papel, en donde no solo se tenía que someter a agobiantes sesiones de maquillaje y dejar que le pusieran gusanos necrófagos reales, sino también a aparecer casi todo el tiempo completamente desnuda; entregándonos una interpretación inolvidable.
La hermosa actriz Kayden Rose, que le da vida a la desgraciada protagonista
Otro elemento en juego es la soledad. La protagonista sufre de un terrible abandono. Su pareja solo va de vez en cuando a penetrarla. Su “amigo” la va a visitar con motivos genitales y al recibir una sesión de sexo oral simplemente se marcha satisfecho sin ver la vista atrás; sin importarle que su amiga este herida y cubierta de sangre. El solo buscaba una satisfacción momentánea y al obtenerla, desapareció de la vida de Laura. En todo el tiempo que dura la agonía de la mujer, vemos que no le importa mucho a la gente del exterior. Sus amigos no la visitan ni la llaman. Si tiene familia, al parecer esta la ha dejado de lado. El mundo la ha olvidado y ahora está sola con su dolor y su lenta transformación en un desecho biológico.
Así es como Laura, ya totalmente desilusionada de la vida y todo lo que esto significa, se entrega abiertamente a la Muerte. Bloquea todo acceso a la luz, cubre los espejos para no ver su degradación y espera, en su soledad, lo que el destino le depare. En otra de las secuencias oníricas la vemos introduciéndose en un ataúd mientras ella misma cierra y clava la tapa: Laura se ha encerrado en su propia tumba.
La música consiste en música clásica, piezas fúnebres de épocas antigua, ejecutadas con cellos y que aumentan la atmósfera de melancolía que emerge muchas veces. Las secuencias oníricas y otras más se acompañan con ecos industriales y piezas noir que incomodan e irritan.
La sensación e claustrofobia es intensa. El apartamento de Laura, clausurado y penumbroso, se vuelve un estrecho paisaje del infierno, manchado por todas partes por sus fluidos, con pedazos de carne y piel por doquier. El sitio se convierte en una exteriorización de la condición de su inquilina. En el techo de su habitación, Laura contempla una mancha de humedad que evoca inevitablemente la figura de una vagina; mancha que se va extendiendo y deformándose poco a como, junto con el cuerpo de la desafortunada joven. Sexo y muerte se conjugan en él, pues aun con su cuerpo pútrido, siente la necesidad de placer, el cual le es negado.
Basándose de forma vaga en la Metamorfosis de Kafka, guarda ciertas similitudes. Tanto Gregori Samsa, el personaje de la novela como Laura, van aceptando su destino e intentan adecuarse a él, sin intentar buscar una explicación. Esta especie de deux ex machina se siente con todo su rigor en el destino de la muchacha ¿Por qué le pasa esto, porque se empezó a podrir en su vida? Porque si, porque así tenía que pasar. Como comentan su director, no hay que ver con un rigor realista su obra, si no como un cuento, una narración mórbida y macabra sobre la desesperación que culmina en una frio desinterés hacia todo y hacia todos.
La extraña historia de un hombre que amanece convertido en un insecto gigante ideada por Frank Kafka ha influido en el genero del "body horror" |
En resumen, una cinta durísima, tanto a nivel visual como anímico. Una oscura poesía sobre la desintegración del espíritu y la carne humana. No es apto para todo público, obviamente. Más allá de toda la parafernalia enfermiza que envuelve las secuencias más mórbidas, el trasfondo de la historia es sumamente desosegante e hiriente. Una película de escenas difícil de digerir, de situaciones enfermizas de todo tipo, que te dejan la sensación de que algo de esa extraña enfermedad se te pego con solo visionarla, como si una pequeña parte de ti se hubiera empezado a corromper. Una obra maestra de lo macabro y una de las mejores películas del "body horror" jamas filmadas. Definitivamente, una obra para estómagos, mentes y almas fuertes.
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