martes, 13 de mayo de 2014

HELLRAISER: REVELATIONS



Soy un gran fan de la mejor obra del escritor y guionista Clive Barker. Quede prendado del oscuro universo de los cenobitas  y de su imponente líder conocido como Pinhead.

Les diré que poseo el libro “El corazón condenado” de donde se basa la primera y segunda filmación de la saga, en la que se cambió el nombre a Hellraiser y se creó uno de los más grandes clásicos del cine de horror. La historia, siniestra, retorcida e impactante me dejo estúpido cuando la vi, hace ya varios lustros y me volví un seguidor acérrimo del universo al que nos lleva la Configuración de los Lamentos.

Les confieso que he visto todas las películas, de la primera a la última y con tristeza debo admitir que todo ha ido de mal en peor.
Siendo lo más objetivo posible, y por más que ame a esos bastardos de cuero y cadenas, les diré que solo la primera, la segunda, la tercera (y no mucho) y la cuarta son las únicas dignas de verse, con todo y los defectos que tienes, pues son las que más se acercan a la esencia misma de la obra.

En esta ocasión les hablare de la última entrega de la saga y la peor de todas. Hellraiser: Revelations

Rodada en el 2011 (y traída a México hace poco en formato DVD) con un magro presupuesto de $300.000 dolarucos (que ya los quisiéramos tener en los bolsillos nosotros, pero que en el mundo del cine es una verdadera miseria) que la convierte en un producto de bajo presupuesto, un telefilm hecho con total desgano, solo por cumplir el contrato de Dimensión Films, que tenía que realizar otra cinta so pena de perder los derechos sobre la franquicia.


Como toda cosa que se hace de forma rápida y de mala gana, salió una porquería en la que se nota la obligación de manufacturarla por los cuatro costados. La historia, el argumento, el ambiente ¡Todo, absolutamente todo está de lo más cutre, chafa y miserable!
Incluso Clive Baker se desligo totalmente de tal producto, argumentando que no quería tener nada que ver con él. Doug Bradley, el eterno actor que se encargaba de ponerse la piel y carne del célebre Pinhead no participo en la película, siendo interpretado por primera vez por otra persona, el desconocido Stephan Smith Collins, que la verdad, no deja muy bien parado al personaje.

La historia va de este modo:

Dos adolescentes riquillos Steven y Nico, se escapan de su casa rumbo a Tijuana, huyendo de sus acomodados y asfixiantes hogares, para tener unos días de aventura entre putas, drogas y tequila. Pero todo se va al traste cuando el sádico Nico asesina a una piruja de cantina y obliga a su amigo a ser su cómplice, junto con el cual se topan con un vago que les hace un regalito en forma de una curiosa caja.

Tiempo después, los niñatos son dados por muertos y sus padres viven en la congoja, en eso, un sucio y jodido Steven llega a casa con vida, pero ya no es el. Nico, prófugo de los cenobitas, le robo la piel, después de obligarlo a asesinar varias prostitutas para reconstruirse y ahora viene a hacer un intercambio. Su alma por la de la hermana de Steve y de colación, sus familias.


La historia, que tal vez, con más ganas, una mejor dirección y más dinero, podría haber funcionado, se va por el caño debido a enormes errores, pésimas actuaciones, escenarios de mierda (que incluso se repiten) y una dirección casi inexistente.

Como dijo mi compadre Jack el Destripador “vamos por partes”
Las actuaciones son malas, que digo malas ¡malísimas! Se nota que a los actores les pagaron una bicoca, pues ni le echan ganas al asunto. Manejan pesimamente las emociones, están más rígidos que una momia y recitan sus diálogos como si los estuvieran leyendo de un cartel frente a ellos.

Eso sí, Sanny Van Heteren y Devon Sorvari, que hacen las veces de madres, son una MILFS bastante sabrosa, igual Tracey Fairaway, la hermana menor, está muy escamable. Pero hasta ahí llega lo interesante de su participación.
Lo mejor de la pelicula

Bueno, creo que esto si es lo mejor de la pelicula

Las locaciones de la supuesta Tijuana son una aberración. Un sótano con unas mesas y ya, ahí está el bar. Además, los personajes entran a por lo menos tres cuartos distintos ¡Pero son el mismo cuarto! Nada más movieron un poco algunos objetos y se quedaron tan anchos ¡Eso si es no hacer las cosas con deseos de trabajar!

Caso aparte son los cenobitas. Solo aparecen tres ¡Y son una vil sombra de los anteriores! Una cenobita femenina que es la copia del Castañeador de las anteriores entregas y el otro parece al hijo bastardo y abortado de Pinhead.
Por fin conocimos a la hermana de Chatterer 

¡Ay no mamen! ¿Y este imbecil que calle busca o que carajos?

¿Y qué puedo decir de Pinhead? Al parecer, desde la última película no ha tenido mucha gente que asesinar y ha acumulado bastante tejido adiposo. Nada queda del Sacerdote del Infierno alto, delgado, de intimidante presencia y aristocráticos modos. Este tipo no da miedo, aunque hace su mejor esfuerzo, parece más bien una parodia. Doug, te extrañamos…
"¡Te digo que todos tienen que hacer esto para ingresar a la cofradía de los cenobitas!"

Pinhead es tan malvado que eyacula sangre

Los escenarios… Toman un vulgar sótano de alguna fabrica, le ponen tres mesas y… ¡Ya está, es una cantina fronteriza! ¡Un insulto a la inteligencia! Hasta la maquinaria se puede ver ¿Y qué onda con los extras? ¡Ninguno parece mexicano! Y apenas aparece una docena de pelagatos que han de ser parientes del director.
Pones tres mesas y una sillas en una bodega y... ¡Magia! Ya tienes tu bar fronterizo
Una prostiputa muy mexicana

Prácticamente toda la acción transcurre en interiores. En ningún momento se puede ver que están en Tijuana o algo parecido. El bajo presupuesto y el desgano relumbra por todos los rincones de esta entrega.
El... este... Dj del bar... creo...

El maquillaje y los efectos tienen un nivel muy bajo. Antes los cenobitas se veían escalofriantemente realistas. Ahora en todo momento se ve que están disfrazados y maquillados, casi a un nivel amateur.


Y el infierno… ¿Dónde está? ¿Qué paso con el imponente Laberinto de Leviatán? ¡Bah! aquí en vez del pesadillesco Oblivion, el inframundo cenobítico se reduce a un cuartucho con algunas cadenas colgando del techo, luz azulada y nada más…. ¡Puaj!
¿Se supóne que esto es el infierno?

El argumento, aun con muchos errores, tiene algunas cosas buenas. La película arranca como una especie de Found Footage, mostrando al par de imbéciles haciendo planes sobre cómo se depravarían en Tijuana, añadiendo una escena donde Nico logra abrir el portal al infierno.


A mi gusto, la idea de hacer una especie de documental involuntario de las travesuras de los cenobitas es muy buena; pero esta pesimamente llevaba, además de que dura muy poco y para colmo de males, lo está viendo la madre de Steven en su videocámara…. Un momento… si los tipos se supone que desaparecieron... ¿Esa grabación no sería la muestra de que fueron asesinados? ¿Qué hace la madre con esa evidencia? ¿Quién se la entrego? Un agujero argumental del tamaño de Júpiter.
1.- ¿Como llego la cámara a sus manos? 2.- ¿No lo debería tener la policía? 3.- ¿Porque aun esperan encontrar a su hijo con vida si el vídeo muestra su asesinato?

Otro punto interesante en la trama es el incesto. Aunque el tema no es tratado directamente, los diálogos dan a entender que en la familia de Steven ha habito “algo” entre familiares. Cuando Nico regresa enfundado en la piel de Steven, seduce a la hermana de este con una facilidad pasmosa, con agarrón de teta incluida. Esto da a entender claramente que era algo natural entre hermanos este tipo de cachondeo. Para rematar, la rubia le pregunta a su supuesto hermanito que si la causa de que se fugó de la casa fue ella ¿Huyendo de la relación incestuosa?
Una inocente muestra de amor fraternal

Además, Nico, burlándose del padre de Steven le dice que no fue la primera verga que se follo a su hija ni la que chupo y que él lo sabía bien ¿Seria porque padre e hija habían tenido sexo, o de que otra forma un padre puede estar seguro que de su niña ya había probado carnes masculinas? Como se dijo antes, “en esta familia pasan cosas de las que no se pueden hablar” como que el esposo de una se folle a la mejor amiga de su mujer, todos lo sepan y hagan de la vista gorda.

Ahora, les dejo la historia en imágenes:



En resumen, una película de horror del montón, de esas que pasan de relleno en tv de paga y que  no asusta ni a tu hermanita de preescolar. Un verdadero insulto a la saga que sacara ampollas a todos los fans del pelón de los alfileres y que se ira rápidamente al limbo de las secuelas absolutamente innecesarias. Tal vez funcione para amortiguar el aburrimiento de una tarde dominguera, pero como película de horror y como parte el universo Hellraiser, es un fracaso absoluto.

¿Y qué piensa en buen Clive Barker de este engendro, maquilado gracias a torcidas compras de derecho? Pues lo dijo muy claro en tu Twitter

“Hola amigos. ¡Quiero que conste en acta que esa película en la que están usando el nombre de Hellraiser no es un jodido hijo mio! No tengo NADA que ver con esta puta cosa. No es ni siquiera de mi ano”.

Como ven, no hay nada más que agregar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario