martes, 9 de abril de 2019

¡SHAZAM! CRITICA

¡Por fin tuve un día libre para ver esta esperada película superheroica! ¿Y saben qué? Valió la pena la espera. Sin duda alguna, ¡Shazam! es una de las cintas de tipos con mallas y capa más divertida, dinámica, rompemadres y entrañable de las últimas fechas. Un éxito para DC, el cual se aleja de la temática densa y oscura que tan bien funciona en sus comics pero que no gusta ni logra cuajar del todo para el gran público, acostumbrado a tramas sencillas y tipos dando puñetazos. Después de Aquaman, viene Shazam a darle gusto al populo. ¡Y vaya que lo logra!


La trama es simple, pero a la vez llena de matices. Shazam, el último de los poderosos magos originales y guardián de la Roca de la Eternidad, está a punto de morir, así que tiene que buscar a alguien con el corazón suficientemente puro y valeroso para convertirse en el nuevo portador de la magia y defensor de la humanidad. Décadas, milenios dura su búsqueda y encuentran al tipo idóneo en la figura de Billy Batson, un adolescente huérfano y conflictivo, pero arriesgado y astuto que está en busca de sus padres. Este es adoptado por una  afable pareja y de repente este lleno de hermanos, pero el tener el poder de dioses en las manos es muy… divertido para un niño. Pero como bien dice el dogma universal de Spiderman: “Con un gran poder viene una gran responsabilidad” y pronto el nuevo Shazam se verá en serios problemas, pero esta vez no estará solo.


Como les comente, esa cinta en un respiro de aire fresco, una necesaria relajación en el universo cinematográfico de DC/Warner. Era necesario un superhéroe con el que se identificaran realmente los niños; y pues aunque Shazam tenga el aspecto de un adulto, sigue siendo Billy, un puberto que se ve sobrepasado por las circunstancias y cuyas superpoderosas travesuras iniciales son las que cualquier  niñato haría al tener tan nivel de poder. Y aunque pudiera parece una comedia, Shazam trata asuntos bastante serios, como la soledad, el aislamiento, la necesidad de ser aceptado, incluso la discapacidad física, sin llegar a ser sermoneador y eso se agradecer. Porque el tema principal de ¡Shazam! no es ver a un tipo arrojar rayo de sus manos, si no la la amistad, la responsabilidad y sobretodo, la familia; este es el eje sobre el que gira la historia. Billy necesita una familia, todos necesitamos familia y en quien confiar, aunque nos cueste trabajo aceptarlo. Y lo que es más duro; una persona que no lleva nuestra sangre puede ser más familiar nuestro que alguien que sí.





Las actuaciones son muy buenas, Zachary Levi esta genial como Shazam, actuando como un niño en el cuerpo de un viejo lesbiano. Derrocha carisma y simpatía en la pantalla y eso que se temía que cayera en el ridículo. Asher Ángel como Billy Batson demuestra grandes tablas actorales y los niños que lo acompañan también demuestran su talento; así como los demás actores. Se nota que todos pusieron su corazón en esta producción, al igual que su director, el cual supo darle a la película un ambiente relajado, casi festivo, que recuerda esas producciones con menores como protagonistas como lo fueron Los Gonnies o Monster Squad. Casi tiene un aire ochentero y más con la música que de pronto suena. Incluso, con las referencias a otros personajes que introducen recuera de pronto Teen Titans Go!, como por la comercialización de mercancía de superhéroes  en un universo donde existen en realidad. Estas detalles son los que le pican en ombligo a los fans y que sacan una sonrisa a los más veteranos.



En resumen, una muy disfrutable película de superhéroes, que pueden disfrutar tanto los padres como los hijos; con un héroe gracioso y ocurrente pero no obsceno como Deadpool, con un buen desarrollo de personajes que nos muestran buenos valores, escenas que sacan lágrimas y una gran moraleja que no llega a ser apabullante. Un gran tino de DC. Esperemos que siga este camino sin perder su esencia en algún recodo.